Desde abril pasado Psicólogos Voluntarios está trabajando en la mesa de salud mental de Ñuble de la mano de Constanza Quezada y Gustavo Rodríguez, miembros del equipo de voluntariado de la organización. Una labor que se inició producto de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 y cuyo trabajo ha sido fundamental.

En esta tarea, una de las principales temáticas que están trabajando es “reducir el impacto en la salud mental de las personas de la región del Biobío y entregar contención a la comunidad”, explica Constanza. Es una labor en un contexto crítico, donde, según la profesional, lo más difícil es “la incertidumbre en la comunidad ya que existe poca información clara. Por otra parte, existe un bombardeo de mucha información en redes sociales sin fuentes claras que solo confunde a las personas generando altos niveles de angustia y ansiedad”.

Actualmente, El Servicio de Salud de Ñuble está implementado iniciativas como la “habilitación de un call center para contención emocional, capacitaciones en Primera Ayuda Psicológica (PAP) y talleres de salud mental para grupos específicos de la población. Y nosotros estamos apoyando en la contención telefónica a través de la línea 800”, explica Gustavo.

A corto plazo, la prioridad es aunar criterios de la información que se entrega a la comunidad y que esta sea clara, concreta y masiva. Por eso, en contextos de emergencias como estos, el rol que juegan las organizaciones sociales es fundamental: “Consideramos importante aportar desde nuestro rol social profesional, además ver que se ha valorado el trabajo que hemos realizado como ONG en el país y en la región nos demuestra que estamos haciendo las cosas bien como equipo” explica Constanza.

Actualmente, la mesa de salud en esa localidad está compuesta por Junji, Sernameg, Injuv, Seremi, Senda, Senama, Senadis, Mineduc, Minvu, Carabineros, Integra, PDI, Gendarmería, Universidad del Bio-Bio, Universidad de Concepción y Universidad Adventista de Chile.